6 d’ag. 2008

Un llibre per llegir a la platja, a la muntanya... allà on siguis...! (t'ho recomanem)


"La democracia no consiste exclusivamente en acudir a las urnas cada cuatro años, los ciudadanos deben recuperar el poder político que se les ha concedido a los políticos y que estos utilizan exclusivamente para escalar posiciones sociales, y facilitar el ascenso de los de su partido político. Esto no es democracia, es un cuento.

La democracia requiere una participación activa de los ciuadanos en el sistema político y en la representación que desean. Como ciudadanos, debemos exigirnos a nosotros mismos saber que es lo que está ocurriendo con nuestros votos, que son exactamente equivalentes a una inversión económica. Al igual que nadie compraría acciones en la bolsa y se olvidaría de que las ha comprado, tenemos que hacer un seguimiento de lo que los partidos políticos hacen con la representación que les concedemos.

Los votos deben condicionarse a la cuenta de resultados de las necesidades auténticas de los ciudadanos, no exclusivamente en referencia a una ideología determinada. En los tiempos actuales, las diferencias entre las ideologías cada día más moderadas, son prácticamente inexistentes en lo que concierne a gestión, y lo único que cambia realmente es que se primen unos gestores sobre otros.

Esto debe concluir, los ciudadanos debemos participar en las decisiones políticas, y para lograrlo es necesario aproximar la democracia y las decisiones a los ciudadanos y alejarlas de los políticos. Los partidos deben gestionar los intereses ciudadanos y si no lo hacen, deben ser denunciados por ello, ante la sociedad.

No vivimos en un sistema democrático, sino en un sistema con apariencia democrática, que en realidad oculta actitudes que nada tienen que ver con la democracia. Como mecanismos para establecer una democracia real, que supere el modelo formal existente, se deben exigir a los partidos políticos unas cuantas cosas:

. Listas abiertas

. Eliminación de los modelos jerárquicos y de liderazgo personalista.

. Seguimiento individual de las actividades realizadas por cada representante político a lo largo de una legislatura.


. Denuncia de cualquier actividad política que no se atenga a criterios democráticos.

. Los representantes políticos se deben a sus electores no a quien los nombra.

. Información periódica (mensual) de lo que hacen los representantes políticos, la agenda de cada representante político debe ser pública y de fácil consulta para los ciudadanos que deseen hacerlo.

. Implementar mecanismos fáciles de consulta popular, aunque no sean vinculantes, pero que puedan ser solicitados, en caso de que determinadas acciones políticas puedan perjudicar la estructura social de una comunidad. Planes de urbanismo, implantación de empresas, obras públicas, etc.

. Regulación de los ingresos de los políticos y de sus gastos con fondos públicos, seguimiento de los recursos asignados y que hacen con ellos.


Y unas cuantas cosas más, que seguro que se nos van ocurriendo a todos, lo que se propone en definitiva, es un control exhaustivo de las actividades políticas por parte de la comunidad, al contrario de lo que hoy ocurre, que es un proceso organizado de ocultación, con una apariencia de que todo es absolutamente transparente.

Los ciudadanos contratamos a los políticos para representar nuestros intereses, pero los políticos cuando reciben su nombramiento, en vez de rendir cuentas a los ciudadanos, lo hacen a sus respectivos jefes políticos. Esto debe cambiar de forma inmediata.

Hay que regular la vida política de los políticos que tenemos en este país, y establecer los mecanismos que permitan conocer si son eficaces, o se dedican simplemente a hacer su agosto particular con los cargos que ocupan, y que derivan de los votos que les hemos proporcionado. "

Del llibre: El control de los políticos; José María Maravall, Ed. Taurus Pensamiento. 2003

3 COMENTARIS (clica i escriu els teus):

Anònim ha dit...

Que los politicos se meten en politica para escalar posiciones sociales y economicas es algo demasiado habitual.
Deberia haber medidas mas eficaces para controlar esta practica de la politica. Por ejemplo, obligar a publicar el patrimonio de estos cargos publicos antes y despues de pasar por la politica.

Anònim ha dit...

Está escrito por un señor que realizó la mayor y en mi opinión mejor reforma educativa realizada por los de Zapatero.

Sinceramente,es irrealizable,hoy por hoy,volvemos a lo de siempre,los politicos de Montcada ¿como puede entrar de afiliado en los de Cesar un señor que hacía dos dias era de la derecha más radical y al cabo de un tiempo es concejal? y bendecido y auspiciado por el propio Cesar,su cuádriga,¡eh¡y sabían quien era de sobras,luego,elemental,pasó lo que tenía que pasar.

Con los Salas reclutando,los Maravall no tienen cabida,y salen lo que salen,alcaldes como nuestro birras.

Anònim ha dit...

Maravall cuando escribió este libro venia de una experiencia vivida en primera persona hacia unos años, este sociólogo fue el principal consejero que tuvo Felipe Gonzalez en sus gabinetes de gobierno hasta que llegó el dia que se marchó ( por voluntad propia).
El libro es interesante. Toda la teoría que describe es recomendable pero la realidad hace que en la practica no se aplique , las urgencias del que ostenta el poder y todos los mecanismos que dispone hacen inviable estos principios, llega siempre un momento que el más “puro” y mas “idealista” se los salta si ve su poder amenazado, las “encuestas” y sus gabinetes de consejeros le indican lo que hay que hacer , aplicar la ética y la estética se obvia muy fácilmente.
Queda por descontado unas recomendaciones que tardaran en hacerse universales pero que se impondran finalmente, poco a poco ya hay países que lo hacen.
Todos los regímenes democráticos se aplican sus propias normas . La limitación en los mandatos queda cada vez mas claro que debería ser seguida por ley. Las listas abiertas- es un debate interesante- como el control de los gobiernos y sus métodos pero que nadie se engañe , no existe un método fiable ya que lo que pasa no es culpa del sistema sino de las personas que lo aplican. Y donde hay seres humanos existirá siempre la imperfección.
En definitiva el votante debe saber y poder tener a su alcance toda la información de lo que hace el político, ahí esta la clave para evitar ser engañados o ser escondida su actividad. La transparencia mas la información ( la real) es el mejor método a seguir .
Los partidos políticos son una herramienta del sistema que están en plena fase de desconcierto, son los que deben practicar la democracia internamente y en cambio usando “la democracia” se han vuelto en verdaderos carceleros de ella. El elegido solo piensa en su partido , aunque todo se reviste de interés general, y aquí radica el verdadero “cáncer” , sin renovación interna constante difícilmente haremos nada de provecho.
Todo se resume en querer servir y no servirse del sistema.