30 de maig 2007

CARTA PUBLICADA " A FONS VALLÈS"

Por su calado y por la reflexión que hace el autor de esta carta publicada hoy en el periodico local "A Fons Vallès", invitamos a nuestros internautas a leerla, con el convencimiento de que su lectura nos abocará a esa verdad de rabiosa actualidad: la falta de políticos.
M.C.


Faltan políticos de verdad


Conservar el poder, he aquí el objetivo que demasiada gente identifica con la política. Y si eso es lo que creen los políticos, mal vamos. Porque es cierto, vamos mal. ¿Con qué criterio, que no sea el de la permanencia personal, actúan los dictadores de todo el mundo?

¿Podemos atribuirles a ellos la condición de políticos como suele hacerse? Un político es esa persona que se ocupa de los asuntos públicos, no de los intereses privados. Y también en el mundo democrático hay falsos políticos.

Para hacer política de verdad, se necesita, en general, hombres y mujeres que piensen desde una perspectiva que vaya más allá de las próximas elecciones, aunque a veces se tengan que tomar decisiones que perjudiquen a corto plazo.

Un político que quiere ser a toda costa omnipotente y omnipresente (Dios, por así decirlo) no es un político, no hay formulas sencillas para resolver problemas complicados. Y lo primero que debe hacer un político de verdad es admitir que hay problemas complicados, que quien pretende simplificarlo no es político. Nos faltan políticos. Es decir, nos falta gente que no quiera tener siempre razón, sino escuchar razones, y poiblemente los problemas serian menos complicados de resolver.


RAUL HURTADO

1 COMENTARIS (clica i escriu els teus):

Anònim ha dit...

Si es cierto que por conservar el poder se olvidan de hacer política amigo Raul pero no es menos cierto que si con su poder nos pueden ayudar particularmente, a menudo nos da igual lo omnipotentes y omnipresentes que quieran ser incluso lo prepotentes que son.Y si no nos ayudan solemos pensar,haber si entra otro que solucione MI PROBLEMA.Con esto quiero decir que sí que hay mucho político de interés pero que no hay que olvidar que el que los pone y los quita son los ciudadanos/as y a veces por intereses propios y no comunes decidimos a quién queremos en el poder. El político es el responsable directo de su comportamiento pero nosotros no tenemos que olvidar que somos los principales responsables de permitirles lo que hacen. Para resumir no es posible que nos manifestemos porque bajan un equipo de primera a segunda por moroso, o porque queremos hacer botellón y orinar en la pared del vecino y no lo hagamos cuando aquellos que elegimos entre todos juegan con nuestra vida,nuestra dignidad y nuestro dinero.